lunes, 13 de abril de 2009

DE CAMINOS Y VEREDAS....

"No dejar camino por vereda" era una máxima exigida por nuestros padres y amigos. No abandonar la senda conocida para atravesar la tortuosa y siniestra vereda de lo alternativo, lo inusual, lo oculto y temido. Como sucede muchas veces, la sabiduría popular engloba en sí misma la experiencia de una gran mayoría, el acervo cultural que sobrevive a una experiencia determinada y logra contarla.

Sin embargo, siempre me he preguntado: ¿Qué sucede con los pocos que se atreven a cambiar de ruta, a desafiar los peligros de un destino distinto, a probar lo nuevo y promisorio que acecha desde lo desconocido?

¿Será que la individualidad está cada vez más menguada en esta era global de Internet, neoliberalismo económico, guerra, pestes y destrucción masivos que no podemos iniciar un camino distinto al que recorre la inmensa mayoría?

El mundo entero posa ahora sus ojos en un giro de la Política Global, un giro en el pensamiento de muchas personas y pueblos a los que éstas representan, un giro que puede cambiar para siempre ese camino nefasto y odioso que hemos transitado hasta ahora por una vereda más verde, ecológica, llena de posibilidades para nuestros hijos, de posibilidades para la madre tierra y sobre todo, llena de esperanzas y de renovación.

Espero no sea tarde... Desearía hubiese llegado antes este despertar de la conciencia colectiva y este renacer en el pensamiento colectivo. Caminemos todos por esta nueva vereda de optimismo y fe en el amor humano, en la renovación de ese trillado y obsoleto camino por el cual nos han arrastrado miserablemente nuestros destructivos pasos.

Es hora de dejar definitivamente y a conciencia: Camino por Vereda.

Dayron Portela Aguiar © 2009


jueves, 9 de abril de 2009

NOSTALGIA DE TI, DE MI, DE TODOS



Tiempo ha que habita en mí la nostalgia, la cruda, sin ambagues ni disfraces, la nostalgia lisa y llana, carnal, avasalladora. Se acerca un aniversario más de mi decisión personal de cambiar de residencia, de ciudad, de país y de hemisferio. Pero no solo cambias el hábitat, cambias además amigos, costumbres, lugares, recuerdos, cambias todo lo que hace tu vida "vivible" y valedera; cambias .

¿He cambiado mucho? Aún me conmueven los mismos amaneceres, los ocasos, la brisa fría en la mañana, el ruido de una ciudad ajena que me arropa con su smog. Me conmueven las mismas injusticias, independientes éstas a ideologías o políticas, injusticias del hombre con el hombre, del hombre con el planeta, del hombre con su historia y su futuro.

Me sigo preguntando ¿ cúando pararán? : La guerra, la miseria, el hambre, el olvido, la segregación, el racismo, la envidia, la intolerancia, la dependencia, la explotación, la rapiña, la destrucción... Nuestro mundo da señales de que no tolera más: sismos letales, volcanes en erupción, inundaciones, sequías, deshielo...

He cambiado de Lugar pero sigo en este mundo, en este planeta agonizante pero hermoso y me pregunto, en este hemisferio o en el otro, ¿Acaso no vale la pena salvarlo? ¿ A qué esperamos? ¿Dejaremos que la balanza rompa su equilibrio para pretender actuar cuando no se pueda y culpar a otros del hecho? Migremos o no, este mundo nos pertenece y somos responsables de legarlo a nuestros hijos, dejémoslo en un estado en que aún sea reconocible por ellos y puedan amarlo como lo amamos nosotros.

Dayron Portela Aguiar © 2009